Justificación
La señalización tiene como misión fundamental llamar rápidamente la atención sobre una
situación o peligro, haciendo que el individuo reaccione de un modo previamente establecido.
Debe ser percibida, comprendida o interpretada en un tiempo inferior al necesario para que la
persona entre en contacto con el peligro. A pesar de todo, la señalización no elimina las causas ni el riesgo, por ello no exime de la adopción de medidas precautorias. Las señales deben:
- Ser capaces de atraer la atención de los destinatarios y mostrar el riesgo con suficiente antelación.
- Ofrecer un mensaje claro y de fácil interpretación.
- Informar sobre la forma de actuación.
- Ser adecuadas al entorno del trabajador.
- Ser de material resistente y tamaño adecuado a su visibilidad.
Hay diferentes tipos de señales:
- Ópticas, basadas en la apreciación de formas y colores por medio de la vista. Dentro de estas se incluyen las señales de seguridad, luces, letreros y etiquetas.
- Acústicas, que permiten la apreciación de situaciones de riesgo por medio del oído.
- Olfativas, usadas para la identificación de sustancias peligrosas que sean inodoras e incoloras mediante la adición de sustancias odorantes.
- Táctiles, basadas en la apreciación táctil de determinadas formas y texturas.
- Gustativas, empleadas en la identificación de sustancias peligrosas inodoras, incoloras e insípidas mediante la adición de sustancias gustativas.