Justificación

La electricidad es una fuente de energía presente en el día a día de cada uno de nosotros desde que nos levantamos y encendemos la luz, hasta que nos acostamos y la apagamos. La electricidad es una de las formas de energía más utilizadas en los países desarrollados; sin embargo, la siniestralidad laboral de origen eléctrico es más baja que la producida por otros tipos de accidentes, y quizá por esta razón no se le presta la atención que se merece.

 

A pesar de esta baja siniestralidad, debemos tener en cuenta las graves consecuencias de los accidentes eléctricos, ya que en su mayoría son accidentes mortales. Otro aspecto importante que habría que sumar es que la corriente eléctrica, debido a su conversión en calor (efecto Joule), es la principal causa de los incendios, por lo que el desastre originado podría ser incluso mayor.

 

Para poder adentrarnos en el tema y tener una mayor y mejor concepción del mismo, hemos de estudiar a nivel general una serie de términos fundamentales. En primer lugar, hemos de considerar el concepto de riesgo eléctrico como aquel susceptible de ser producido por instalaciones eléctricas, partes de las mismas y cualquier dispositivo eléctrico bajo tensión, con potencial suficiente para producir fenómenos de electrocución (muerte real o aparente, producida por una descarga eléctrica) o quemaduras (lesiones producidas por la acción del calor: heridas que en principio se manifiestan por su efecto sobre la piel, pero que transcurridas unas horas y dependiendo de la intensidad calórica, del tiempo de exposición, la edad, etc., pueden tener unos efectos generales sobre el organismo).

 

Los accidentes eléctricos se pueden clasificar en dos grandes grupos. Por un lado los incendios o explosiones, que afectan tanto a personas como a instalaciones y bienes, y que se producen, fundamentalmente, por sobrecargas en la instalación, chispas o cortocircuito. Por otro lado, tenemos la electrización y electrocución que afectan a personas; una persona se electriza cuando la corriente eléctrica circula por su cuerpo, es decir, cuando la persona forma parte del circuito eléctrico pudiendo, al menos, distinguir dos puntos de contacto: uno de entrada y otro de salida de la corriente. Esa misma persona se electrocuta cuando el paso de la corriente produce su muerte.

 

Las principales lesiones que produce el paso de la electricidad a través del cuerpo humano son la fibrilación ventricular, la asfixia, etc. También se pueden producir otras, como contracciones musculares, aumento de la presión sanguínea, dificultades de respiración, parada provisional del corazón, etc.

Esta unidad didáctica referida a los riesgos eléctricos y sus posibles efectos en las aulas permitirá tener una guía y será un elemento imprescindible en cada uno de los centros educativos. El objetivo es prevenir los dañinos resultados que un mal uso de la electricidad pueda provocar.

 

Nuestra propuesta pretende, por tanto, aportar una serie de actividades vinculadas básicamente al conocimiento informativo y, en buena medida, al aprendizaje de estas cuestiones, de manera que se puedan prevenir determinados incidentes.