Justificación

Esta unidad didáctica, que aborda el tema de la contaminación acústica, está dirigida al alumnado que actualmente esté cursando la ESO. Las actividades propuestas están estrechamente relacionadas con su edad, sus gustos, motivaciones e intereses. Se pretende que el alumnado sea capaz de darse cuenta por sí solo de lo molesto, y en ocasiones peligroso, que puede llegar a ser el exceso de ruido para la vida cotidiana. El objetivo también es que sean capaces de proponer posibles respuestas para solventar los sonidos molestos, ofreciendo alternativas y dándoles la oportunidad de adoptar una postura crítica mediante pequeños debates generados dentro del aula.

 

Se ha incluido una actividad con el propósito de que el alumnado reflexione sobre la importancia del sentido del oído, y que propongan soluciones de mejora de las condiciones del aula para estudiantes con deficiencia auditiva.

 

Para la realización y desarrollo de la unidad didáctica, se utilizarán las instalaciones del centro educativo (aula de Informática, patio, cercanías del centro, aula propia del curso, etc.) y también los materiales como ordenadores, proyectores, etcétera. Sería interesante contar con algunas horas cedidas por el profesorado de asignaturas como Educación Física, Plástica y Visual, Tutoría, etc., para realizar actividades sobre la contaminación acústica.

 

Es importante definir lo que se entiende como contaminación acústica: el exceso de sonido

que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Hay que tener en cuenta que el ruido puede causar grandes daños en la calidad de vida de las personas si este alcanza niveles molestos e incluso dañinos para la salud.

 

El término contaminación acústica hace referencia al ruido (entendido como sonido excesivo y molesto), provocado por las actividades humanas (tráfico, industrias, locales de ocio, aviones, etc.), que produce efectos negativos sobre la salud auditiva, física y mental de las personas. 

 

Las principales causas de la contaminación acústica son aquellas relacionadas con las actividades humanas como el transporte, la construcción de edificios y obras públicas, las industrias, entre otras. Los efectos que produce este tipo de exposición están en función de la intensidad, las frecuencias emitidas y el tiempo de exposición al que nos sometemos. Entendemos el concepto de intensidad como la potencia acústica transferida por una onda sonora por unidad de área normal a la dirección de propagación, y el de frecuencia como el número de oscilaciones o variaciones de la presión por segundo. El ruido se mide con un sonómetro, que es un aparato que permite medir objetivamente el nivel de presión sonora cuyos resultados se expresan en decibelios (dB). El dB es la unidad relativa empleada en acústica para expresar la relación entre dos magnitudes: la magnitud que se estudia y una magnitud de referencia. Según el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera los 65 dB (tráfico intenso de la ciudad, aspiradora, etc.) como el límite superior deseable.